En busca de la espiritualidad: primera parte.
-¿Por qué te llamas Ann Sin Sombra? -preguntó el pequeño Gaspar .
-Pues
porque no tengo, mira -movió
los brazos ágilmente y dio unos pasos de baile para mostrarle que era cierto.
-¡Anda!
¡Es verdad! ¿Pero, cómo puedes no tenerla? Todo el mundo tiene una -dijo emitiendo un
parpadeo.
-No
lo sé -contestó la diminuta
criatura-. A
lo mejor como soy tan chiquitita, la luz del sol no me da. Cuando llueve, me muevo entre las gotas y no me mojo -continuó explicando-. ¡Ah! Y nadie puede
verme.
-Ya,
pero eso es porque tú eres especial -acarició
su naricilla con las alas.
-¡Aaachisss!
-estornudó con los ojillos
un poco llorosos-.
Mi abuela dice que los rayos de sol nacen para darnos calorcito, que son
besos de ángel -se
rascó la cabeza aún sin entender-.
Y la lluvia hace crecer las flores y da
de beber a los pajaritos... ¡Y tú llevas flores en el pelo y puedes volar!
-Es
verdad, pues no me había dado cuenta -revoloteó
a su alrededor desprendiendo un polvillo azul-.
Eres muy listo, Gaspar.
-Y
las mariposas son como así de pequeñitas -utilizó
sus deditos para indicarle el tamaño-,
y también tienen alas como tú.
-No
sé, pero…,¿qué más da? -suspiró
cansada-.
Recuerda que me han enviado aquí por una razón, ¿cuál era tu deseo?
-Si
no me dices lo que es, no podré volver al bosque. A ver dime, ¿qué es lo que
quieres?-preguntó
con una nueva danza aérea-.
-Pues
quiero… -cerró
los ojos arrugando la frentecilla-,
¡es que no lo entiendo! ¿No te gustan los besos de ángel?
-¡Ufff!
-meneó la cabeza en señal
de negación-. El
deseo…, venga…
-¡Pero
es que no puedes ir por ahí sin sombra! -gimoteó
amenazando con empezar una rabieta-.
¡Ya sé! ¡La habrás perdido!
-¿Pero
qué tontería es esa? -exclamó,
a punto de perder la paciencia-.
Vamos, vamos, déjalo ya y cuéntame eso que era tan importante.
-¡Pues
mi deseo es ayudarte a encontrar tu sombra!
¡Ay,
Gaspar, qué testarudo! Está bien…, buscaremos la sombra -dijo a regañadientes-, pero tendrás que prometerme que si no la encontramos, me dejarás cumplir con
mi misión de una vez.
-¡Síiiiiiii!¡Yupiiii!
Ann sacudió su varita de estrella
y dijo las palabras mágicas.
Enhorabuena por tu blog.
ResponderEliminarMe encanta Ann sin sombra! Por favor que venga pronto la segunda parte
¡Transformius!
Gracias Lola! La semana que viene! Besos!
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